Sólo existen
esparcidos
sin pronunciar al viento
los restos de sus huellas
el intento fallido de amar
a la distancia
Qué importa cuándo partió
o a dónde
el de los pasos con eco solitario
con tal que haya algún sitio algún destino
un lugar para el júbilo o la melancolía
Sólo existen entonces
la canción abandonada
y un rumbo desde el sur
hacia una voz cargando sus esquinas
un retrato en la idea del olvido
Tal vez fui yo ese hombre
su lamento golpeando en las paredes
quien creyó sin motivo alguna luz
de octubre amaneciendo en sus bolsillos
2 comentarios:
En el fondo del alma,existe siempre un motivo para creer una luz amaneciendo.Es bien bella esta metáfora y el poema..la melancolia es un derecho del ser humano -como el júbilo-que tiene que aprender a expandirlo.
Saludos
Gó
P.D.
Hecho un enlace en mi blog,como seguidora,permitido?
Hola,Gó,gracias por tu lectura atenta y por tus comentarios. Y gracias también por ese enlace a tu blog. Seguimos en contacto, un saludo grande.
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