lunes, 22 de noviembre de 2010

Palabras


Dijo:

Tuve un sueño.

Y lo mataron.


Dijo:

Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte.

Y lo mataron.


Dijo:

Cuando la historia no se puede escribir con la pluma, debe escribirse con el fusil.

Y lo mataron.


Dijo:

En una revolución se triunfa o se muere, si es verdadera.

Y lo mataron.


Dijo:

Con los pobres de la Tierra, quiero yo mi suerte echar.

Y lo mataron.


Dijo:

Sólo bajaré mi arma cuando sucumba.

Y lo mataron.


Dijo:

Si tomáramos el poder, tendríamos la tarea de limpiarlo de burguesía.

Y lo mataron.


Dijo:

La Historia parece propiedad privada de los dueños de todas las otras cosas.

Y lo mataron.


Dijo:

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.

Y lo mataron.


Dijo:

La hora perfecta de comer es, para el rico cuando tiene ganas,

y para el pobre, cuando tiene qué.

Y lo mataron.


Dijo:

Nadie puede darte tu libertad. Si eres un hombre, tómala.

Y lo mataron.


Dijo:

Tembláis más vosotros al pronunciar la sentencia que yo al recibirla.

Y lo mataron.


Dijo:

Como niño de pecho en brazos de su madre, así en mí está mi alma.

Y lo mataron.


Dijo:

Si nosotros calláramos, hablarían hasta las piedras.

Y lo mataron.


Dijo:

No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.

Y lo mataron.


Dijo:

Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir.

Y lo mataron.


Dijo:

Se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre.

Y lo mataron.


Dijo:

Con alegría vivo, combato y muero.

Y lo mataron.


Dijo:

Mis hijos tienen hambre.

Y lo mataron.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Tiempo de caminos


Sólo existen

esparcidos

sin pronunciar al viento

los restos de sus huellas

el intento fallido de amar

a la distancia


Qué importa cuándo partió

o a dónde

el de los pasos con eco solitario

con tal que haya algún sitio algún destino

un lugar para el júbilo o la melancolía


Sólo existen entonces

la canción abandonada

y un rumbo desde el sur

hacia una voz cargando sus esquinas

un retrato en la idea del olvido


Tal vez fui yo ese hombre

su lamento golpeando en las paredes

quien creyó sin motivo alguna luz

de octubre amaneciendo en sus bolsillos

Advenimiento del silencio


Cuánto silencio

en el estruendo original

hacia el poema

y cuánto verso sin patrón

en mi jardín ávido de mar


El silencio es a veces

una triste tonada

primitiva y feliz

es el aura del Hombre

la amable violencia

del que escribe


10.11.2010