domingo, 12 de febrero de 2012

Carta a los alumnos de Toledo


Dicen que si los días vividos no te cambian, fueron días perdidos. Hay que nacer en cada instancia, para continuar viviendo. En ese sentido, nunca volveré a ser aquel que se tomó un ómnibus hacia Toledo. Encontrarme con todos ustedes hizo que me fuera distinto de como había llegado, más pleno, más comprometido, más humano. Por eso, en este momento de escribirles, querría decirles muchas cosas. Por ejemplo, que lean y estudien mucho, que se preparen para ser, cada vez más, los dueños de su propio pensamiento. Y que nunca se olviden del otro, del que está al lado nuestro. Decirles que creo en ustedes, y en que alcanzarán su destino, el de cada uno y el colectivo. Toledo fue para mí un descubrimiento y una confirmación: hay otro Uruguay posible, un país donde todos podamos encontrarnos. Ustedes me lo recordaron y se los agradezco. Desde ese día y para siempre, nuestras horas compartidas irán conmigo, serán un impulso para seguir escribiendo, para seguir soñando, para seguir respirando. Gracias a todos, me enseñaron mucho con sus preguntas y con su actitud. Si este cariño es mutuo, como deseo y espero, saben donde encontrarme; para lo que sea, siempre contarán conmigo. Disculpen si estas palabras no llegan ordenadas como quisiera, pero a veces, en estos casos, mi cabeza es un gran huracán de ideas y sentimientos.

Los abraza fraternalmente, Gustavo.



Los hijos de Toledo

Este lugar perdido en el mundo
es el mundo
estos cientos de ojos
son mis hijos y mis padres
son una flecha amiga
viajando directo al corazón
una gran arboleda
por donde todos entran cantando

son nuestros hijos
los de mil nombres
los Compañeros
suyo es el vuelo de las palomas
y las banderas
suyo es a sus espaldas
el sol de tanta infancia
la breve la perdida la todavía a mano
la rayuela que asciende hacia la vida
es suya la primorosa rebeldía
que mañana construirá pueblos y navíos
en nombre de algo nuevo

son ellos estos cientos de ojos
que me observan
estos padres tan jóvenes
estos hijos de todos
cuando parece que se alejan
en realidad se acercan
se imprimen de un silencio que me habla
vertiendo irrevocables y experientes
lo táctico y táctil

parten de su inocencia
no los avergüenza apoyarse en ella
midiendo al ser humano
sin sus cuatro paredes
subiendo de escalón en escalón
horas impares
buscando en colectivo
un color eclipsado

vienen de todas partes
son un ejército de sueños a emprender
son incandescentes poetas
ingresando sin golpes en la puerta
son Toledo y el mundo
y van cantando

Montevideo, 23 de octubre de 2009.

3 comentarios:

afro-charrua dijo...

Los niños, son un ejercito de abejas que trabajan, juntando el polen que los rodean, son hijos de la vida que han venido sin pedir a luchar a este mundo, ...eres grande Gustavo, ... son incandescentes poetas de su mundo llamado Toledo, besos poeta

afro-charrua dijo...

Afro- charrúa-
Soy kika, besos

afro-charrua dijo...

Hermosas palabras,...cartas a los alumnos de Toledo, beso. Kika